sábado, 11 de febrero de 2012

Seguridad olímpica: otro Munich, ¡jamás!

Londres redobla su personal trás la amenaza terrorista

Los preparativos de los Juegos Olímpicos del 2012 avanzan rápidamente en Londres. Una de las prioridades del Comité organizador es la seguridad. Acaba de ser incrementado el presupuesto para este asunto y habrá un despliegue de 23.700 hombres entre soldados y voluntarios.
La creciente incertidumbre de protección, tiene como dispositivo los levantamientos dela Primavera Arabe, que no son más que protestas populares en diversos naciones del medio este.
Aún existe el recuerdo de la sombra más grande de la historia deportiva mundial, cuando el grupo Septiembre Negro de terroristas palestinos, secuestró y masacró a 11 atletas y entrenadores israelíes en las olímpiadas de 1972 en Munich, Alemania.
Los juegos continuaron, pero serias interrogantes fueron levantadas sobre la manera como fueron manejadas las negociaciones por parte de la policía alemana. La comunidad internacional pidió la paralización de las actividades y solo por unas horas fueron honradas estas peticiones.
Los secuestradores habían pedido la liberación de más de 200 presos palestinos en diferentes cárceles, bajo la amenaza que ejecutarían a sus víctimas de no cumplir su pedimento, además de pedir un avión que los llevaría a Libia. En apariencia los alemanes habían aceptado, pero una emboscada en el aereopuerto con personal sin entrenamiento y con muchas fallas logísticas conllevó a una balacera donde cobardemente los terroristas acribillaron y lanzaron granadas contra los israelítas atados y sin defensa dentro de los helicopteros, muriendo todos.
Aún el mundo siente la desaparición de parte de esta delegación y elevaron a instancias internacionales su queja por la falta de seguridad en 1972. Golda Mier, quien fuese Primer Ministro de Israel, fué enfática en que no se negociaría con los terroristas, que nunca se podía ceder a sus peticiones ya que sentaría un precedente al caer víctimas del chantaje de asesinos.
El servicio secreto Mossad, de Israel, formó una unidad especial que “cazó” y mató dos de los tres sobrevivientes palestinos involucrados en la masacre. Estos habían sido liberados por el gobierno alemán después que un par de palestinos habían secuestrado un avión de Lufthansa en Beirut, y exigieron su libertad.
“Los juegos deben continuar”, frase que se volvió emblemática en cualquier torneo, queriendo decir que el espíritu deportivo no debe ceder ante los movimientos políticos o de cualquier índole lejana al sentir competitivo y atlético.
Estos fueron los juegos de Mark Spitz, el norteamericano que ganó siete medallas de oro en natación y que salió de Alemania con una fuerte custodia policial por miedo a ser victima del terrorismo por ser judío, y de Olga Korbut, la rusa de 17 años que capturó la atención mundial con su carisma y belleza gimnástica.
La depresión colectiva que significó este oscuro capítulo levantó la incertidumbre de cuán seguros serían los juegos en los siguientes años. Hoy en los grandes eventos deportivos, gran parte del presupuesto es dedicado a la proteccion de aficionados y atletas. La paz como bandera y la alegría del evento, no puede ser alterado.

La creación de los Juegos Olímpicos por parte del francés Pierre de Coubertin tenía un sentido único, que era la sana competencia y la solidaridad entre los pueblos. Sólo mentes enfermas de falso idealísmo, pueden querer afectar aterrorizando a inocentes el limpio desenvolvimiento de la meca sagrada del deporte.
Mike Flores